Trasnoche

Son las 1:37 A.M. y debería estar durmiendo. Comienzan mis clases, comienza la rutina universitaria, los "-¿cuando es la prueba? -mañana -MIERDA" y todo eso que me parece realmente asqueroso, pero necesario.

Ciertamente no es de la universidad lo que me motivó a abrir mi blog (un poco olvidado, mea culpa), sino que es ese "algo" que me perturba, que me carcome por dentro, que me está dejando sin alma y con la cabeza llena de ideas, llena de idioteces que no detallaré para salir digna de esto.

Y ahora me dirijo a ti.

Si me dices "hola" no me queda más que sonreír, saludarte y fingir que nada pasa, que todo está bien, que... que ya no me importas. Pero no es así. Créeme que no es así. Puedo mostrarme indiferente, ruda quizás, pero créeme que no soy así.

Si fuese por mí ya nos habríamos visto, ya conocerías mi lado estúpido, ese que me caracteriza, y mi lado serio, ese que tan pocos conocen. Ya sabrías mis gustos, mis mañas, mi forma de hablar, mis chistes fomes. Sabrías que busco motivos tontos para discutir, pero que siempre termino con una risa y un "era broma oh". Sabrías de mi debilidad por los hombres con acento británico y esa tendencia a asociar todo con alguna película o alguna canción. Sabrías muchas cosas de mí, y yo sabría muchas cosas de ti...

Pero no puedo.

No pude hacerlo cuando era el tiempo y ahora es tarde. Pero ¿sabes? es mejor así. A decir verdad, me da hasta susto pensar que conozcas tanto de mí.

Mentira.